3 Días en el Lago Inari
Acompáñanos es esta travesía en solitario por el lago Inari, os narraremos nuestra aventura de 3 días de esquí de fondo en Laponia
Llevo un par de semanas planeando una pequeña salida con los esquís por aquí por los alrededores de mi barrio, pero por una cosa u otra lo fui posponiendo hasta que al final decidí irme y punto.
Como no tenía ningún plan especial decidí bajarme hasta el “lago”. El “lago” es el Lago Inari, que tengo acceso casi casi desde casa.
El Lago Inari es donde tenemos base para nuestro viaje a Laponia de una semana, pero esta vez tocaba irse solo, por mis propios medios de locomoción (no motonieves ni huskies ) y claro había que llevar todo el equipo y comida conmigo.
Os hago una pequeña descripción del lago, para que os hagáis una idea del tipo de lago que es.
Es el tercer lago más grande de los más de 180000 ( si, no sobra ningún cero) que hay en Finlandia, y es el más grande de todo Laponia, con una extensión de 80 km de largo 40 km de ancho y más de 3 mil islas. Permanece congelado desde finales de Diciembre, principios de Enero, hasta finales de Mayo-principios de Junio. La profundidad media son 15m aunque el punto más profundo en el lago alcanza los caso 100m.
El lago es un lago muy importante para la vida y la cultura local y es una belleza de la naturaleza,
Es un lugar perfecto para practicar técnicas polares, aprender sobre el tipo de ropa que mejor funciona para cada temperatura, que cosas puedes necesitar, que cosas te pueden faltar, posibles problemas que te puedas encontrar y como solucionarlos, practicar tu orientación, que tipo de comida funciona mejor… etc. Y es perfecto porque aunque estás en un terreno salvaje y que puede ser crudo dependiendo del tiempo, estás relativamente cerca de la civilización, hay acceso con motos de nieve e incluso 4G.
Otra de las ventajas es que Metsähallitus,( que es una empresa estatal que entre muchas cosas administra la explotación forestal, los parques nacionales y las zonas naturales del país) tiene una serie de refugios abiertos y zonas donde poder hacer fuegos que se pueden utilizar y te pueden sacar de un problema en caso de emergencia.
El lago es relativamente seguro para practicar el esquí de travesía, porque permanece sólidamente congelado mucho tiempo, solamente hay algunas zonas que permanecen descongeladas por las corrientes de agua, pero son pocas y los mapas buenos del lago marcan estas zonas. Aunque también tiene sus dificultades, como posibles temperaturas extremas de hasta 40 bajo cero en enero y febrero, o tormentas de nieve y ventiscas, por lo que tampoco se puede tomar a la ligera.
Mi viaje podría haber comenzado desde casa esquiando a lo largo del rio Ivalo, que va a desembocar en el lago, pero como el rio lo tengo muy esquiado, y me añade casi 20 km de ruta, decidí salir de un pueblecito pesquero que se encuentra en la desembocadura. Así que empaqueté todo mi equipo en el coche y me fui para el comienzo de mi ruta.
Esta vez quería llevar bastante equipo y ropa para ir probando cosas y llevaba bastante comida, no fui mirando mucho el peso del equipo, era más un paseo de práctica que otra cosa así que salí con casi 30 kg para 3-4 días ( no sabía cuanto iba a estar). El desplazamiento por el lago lo hice con esquís que son una especie de esquís de fondo, un poco mas anchos y con cantos, y para llevar todo el equipo y comida llevaba una pulka que es una especie de trineo donde metes todo y tiras de el. Mi intención era pasar por algunos sitios conocidos y también ir a sitios desconocidos y sitios que solamente había estado en packraft en verano, aunque al final, por las condiciones de nieve y meteorológicas me quede por terreno conocido.
El primer día no hizo mucho frío, entre 12 y 15 bajo cero aunque estaba muy nublado y nevaba bastante, por lo que la visibilidad era escasa. La nieve estaba blanda, no habían pasado motos de nieve, que hacen una huella maravillosa para poder esquiar, y había nevado bastante los días antes de mi salida, por lo que el esquiar se hizo más duro de lo previsto. Al final ese día esquié 28km y me encontré con 4 pescadores. Dormí en un o delos refugios en una isla, aunque llevaba tienda por si acaso, si hay refugio, mejor el refugio. Tienes más espacio, puedes calentarte cerquita del fuego y puedes secar buen todo el equipo.
Aunque ya sale el sol en Laponia, los días son relativamente cortos, tenemos luz entre las 9 y las 16 aproximadamente, así que las jornadas de esquí son más bien cortitas, con paradas para comer y beber, hacer fotos y demás esquié 7h.
Para la noche había buena previsión de aurora boreal, pero desafortunadamente estaba nublado y nevó por la noche, así que no vi aurora.
Al día siguiente por la mañana hacia frío, el termómetro marcaba –26, decidí cambiar mi plan e ir por lo segado, así que mi segunda jornada iba a ser mas cortita por lo que pude empezar más tarde, cuando yo salía el sol ya me esperaba , hacía frío y había alguna nube, pero de vez en cuando asomaba el sol, y mi sonrisa con el. El día fue muy tranquilo sin prisas, paraditas para hacer fotos, disfrutar del paisaje… y de la soledad, no me crucé con nadie en todo el día ( cosa que no es rara).
Llegué a mi destino, otro refugio para mi solito, fueguecito, comida, libro, silencio…. que más puedo pedir. Al final de la jornada esquié 19km y 5h de marcha.
La noche otra vez nublada con una previsión de auroras de kp 5, o sea que nos perdimos el espectáculo del mes. Así son las Auroras Boreales, no siempre se gana. Mala noche, primero los ratoncillos corriendo por la cabaña y luego los renos chocando con los cuernos en la cabaña, al final no hubo tanto silencio como se prometía, pero bueno, fue ruido bueno.
EL último día me quedaban nada más que 10km , como no dormí salí temprano y en 2 horas y media estaba de vuelta y ya desayuné en casa tranquilamente.
Buen paseo, aprendí cosas nuevas, disfruté del paisaje de Laponia, del ártico, de esquiar, del lago Inari… Afortunado.
Os dejo unas fotos de la travesía, veréis que están un poco oscuras en comparación con las imágenes que solemos publicar, en esta ocasión quiero representar la luminosidad real que me encontré en el lago, una de las ventajas de la fotografía es que nos permite ajustarla aclarando las imágenes para ver mejor los motivos, pero en este reportaje quiero que veáis las luces que yo he visto.
Texto y fotos Carlos López